Esta expedición se desarrolló a bordo de un barco revolucionario, auténtico demostrador de la transición energética. Gracias a su sistema de propulsión mixto solar-hidrógeno-kite hemos recorrido los mares del globo con total autonomía energética y sin emisiones durante más de 3 años. Este icónico barco embajador nos permitió realizar misiones científicas para denunciar la magnitud del desastre que supone la contaminación plástica sobre los ecosistemas, mientras brindamos soluciones pragmáticas y relevantes para evitar que los desechos plásticos lleguen a las vías del agua. Cada escala fue también una oportunidad para investigar la situación local de contaminación plástica, y reunirse con actores clave en la lucha contra cuya contaminación.
Ideal para expediciones científicas, el barco Race for Water se acondicionó por completo en 2016 para ofrecer condiciones de trabajo óptimas a bordo. Gracias a sus 90 m2 dedicados a la ciencia, su estabilidad y su autonomía energética, este buque nos permite albergar equipos de cinco a siete científicos expertos en la investigación de los impactos de la contaminación plástica en los océanos. Durante la odisea 2017-2020 se llevaron a cabo 7 misiones para ayudar a avanzar en el conocimiento científico sobre la contaminación plástica en los océanos.
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